Yin Yoga en torno a la meditación (y más)
Cada cierto tiempo ‘se inventa’ un nuevo estilo. A quienes huyen de las modas, les diremos que se acerquen al Yin Yoga porque verdaderamente es un regalo
“Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron.”. Michel de Montaigne
Experiencias
Reivindicamos la importancia de estas humildes plantas, verduras, hortalizas, raíces y especias.
Bledo
Las hojas del bledo, muy conocidas y apreciadas por los mayas, fueron consideradas una “mala hierba” por los colonos españoles, que no sabían que el bledo es excelente nutricionalmente hablando. Aporta ácido fólico como todas las hojas verdes, y otras vitaminas como A, B2 y C; minerales como hierro, calcio, magnesio, potasio, sodio y fósforo, y aminoácidos como lisina y metionina. Es muy beneficioso para el cerebro y los riñones, y para el corazón y todos los músculos. También combate la anemia, previene la osteoporosis y protege el sistema nervioso. La infusión de hojas de bledo ayuda además a prevenir el cáncer de colon, y protege el hígado y el estómago. Se utiliza en ensaladas, y para hacer tortillas, empanadas y sopas, como la sopa de bledo guatemalteca. Aquí conocemos al bledo como amaranto, y en 1979 fue declarado por la FAO como “el mejor alimento de origen vegetal y más completo para el consumo humano”.
Pepino
El pepino no puede faltar en nuestra dieta mediterránea, ni en las famosas dietas “détox”. De alto contenido en agua y en fibra, y bajo en calorías, es hidratante, ligero, refrescante, diurético, laxante, regulador del tránsito intestinal, y depurativo; es alcalinizante, neutraliza la acidez y combate la inflamación estomacal e intestinal. Es un tónico ideal para la piel, que además elimina arrugas y ojeras. Nos aporta antioxidantes, betacarotenos, vitamina C y flavonoides. Nos ayuda a controlar el colesterol, la presión arterial y la diabetes. Favorece nuestra salud renal ayudando a reducir ácido úrico y además limpia nuestras vías urinarias ayudando a combatir la cistitis. Mantiene nuestras encías saludables, nuestra piel joven y nuestro cabello fuerte, gracias al silicio que contiene, que también nos ayuda a fortalecer nuestras articulaciones. Combate las migrañas, y también la resaca si tomas su zumo antes de ir a dormir. Podemos tomarlo crudo en ensaladas o en jugos, zumos y batidos, con lo que aportaremos vitaminas A, B y C que fortalecerán nuestro sistema inmunológico, incrementarán nuestra energía y favorecerán nuestro sistema nervioso. Con un licuado de pepinos, zanahorias y espinacas tendremos un desayuno sanísimo y nutritivo. Y si sustituimos la cena por otro licuado de pepino, apio y zanahoria en pocos días notaremos como perdemos grasa abdominal, y además combatiremos enfermedades reumáticas. Y la salsa griega tzatziki de yogur, pepino, ajo, eneldo y aceite de oliva, es un excelente limpiador intestinal, que deberían tomar diariamente todas aquellas personas que padezcan de estreñimiento crónico.
Pimiento
El verano es su temporada natural, aunque ya los tenemos todo el año en los supermercados. Aportan colores vivos a nuestras ensaladas y combinan con todas las demás hortalizas y con todos los alimentos; podríamos decir que están en todas las salsas. Son bajos en calorías y riquísimos en vitaminas antioxidantes como la A, la E y la C -un solo pimiento ya te aporta toda la vitamina C que necesitas en un día-, y además B6 y ácido fólico. Si los consumes crudos aprovecharás más aún todos esos nutrientes. Los pimientos contienen además capsaicina, que favorece la digestión al estimular las secreciones gástricas y biliares.
Rábano
Compuestos por un 95% de agua, nos aportan ácidos grasos omega 3 y 6; vitaminas A, B, C y K, y potasio, azufre, magnesio, calcio, sodio, hierro, fósforo, zinc, selenio, manganeso, y tan sólo 20 calorías por cada 100 gramos. Y aminoácidos como la luteína y zeaxantina, indispensables para nuestra salud ocular y buena visión. Son excelentes depurativos del sistema urinario, diuréticos, hepatoprotectores, desintoxicantes de hígado y vesícula biliar, y resultan beneficiosos ante problemas respiratorios como bronquitis y asma, o tos y catarros. Incrementan nuestra beneficiosa flora intestinal y neutralizan bacterias perjudiciales, favoreciendo la digestión y asimilación de nutrientes. Por otro lado, reduce inflamaciones, aumenta la producción de orina y alivia infecciones de riñones. Es también un regulador de la presión arterial. Mención especial se merece el rábano negro, un bálsamo para el hígado, que desinflama el intestino y facilita la depuración del organismo. Una ensalada de rábano negro con zanahoria, remolacha, pepino y rúcula, aderezada con zumo de limón y aceite de oliva virgen extra y cilantro o perejil, sal marina, pimienta negra y pipas de girasol o de calabaza, constituye el plato depurativo por excelencia, además de nutritivo.
Comino
Esta especia rica en antioxidantes, es uno de los mejores remedios digestivos; es un buen analgésico estomacal y un sedante de todo el aparato digestivo. Estimula nuestra vesícula biliar y nuestro páncreas para la secreción de bilis. Estabiliza los niveles de azúcar en sangre, y también controla la insulina y el glucógeno. Alivia trastornos respiratorios como asma y bronquitis. Es un antimicrobiano eficaz especialmente contra el helicobacter pylori y alivia gastritis y úlceras. Es rico en hierro y vitamina C y A que ayudarán a fortalecer nuestro sistema inmunológico.
Suponemos que después de leer esto, no volveremos a utilizar esas expresiones de “me importa un …”. Sería más adecuado decir simplemente “y no me importa nada”, cuando algo realmente no nos importe nada. Pero el bledo, el pimiento, el pepino, el rábano y el comino, sí importan. Y mucho.
___________________________________________________________
* Mónica Domingo es diplomada en Naturopatía,
Nutrición y Dietética, y Terapias Manuales.
Más información en: Arriluze Terapias Naturales
_____________________________________________________________