Yin Yoga en torno a la meditación (y más)
Cada cierto tiempo ‘se inventa’ un nuevo estilo. A quienes huyen de las modas, les diremos que se acerquen al Yin Yoga porque verdaderamente es un regalo
“Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron.”. Michel de Montaigne
Experiencias
«Entre col y col, brócoli». Nos hemos permitido reinventar ese refrán que dice “entre col y col, lechuga” y que recomienda variar nuestras tareas diarias para no caer en la rutina o hacer una pausa entre una tarea y otra. Y lo reinventamos porque entre todas las coles destaca, por sus múltiples beneficios, el brócoli, la hortaliza que más beneficios aporta a nuestra salud, y denominada “Superhortaliza anticancerígena” por el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos. Es de esas cosas que o la odias, como le ocurre al ex presidente George W. Bush –se hizo famosa su frase “Soy el presidente de los Estados Unidos de América y no pienso comer más brócoli”, o te encanta como a Barack Obama que asegura que es su alimento favorito.
No nos olvidamos de las lechugas del refrán, disponibles todo el año, como la romana, la francesa, los cogollos de Tudela, el lollo rosso, la de hojas de roble, la achicoria, la escarola o tantas otras variedades; y seguiremos comiendo también otras coles, todavía de temporada, como la Coliflor de Calahorra, única con Indicación Geográfíca Protegida (I.G.P.); las Coles de Bruselas, ricas en antioxidantes, carotenoides, clorofila y glucosinolatos; la Col Lombarda, que gracias a sus antocianinas nos alegra los platos con su color; la Col Kale, a la que en EEUU dedican un día, el primer miércoles de octubre, el National Kale Day. No estaría mal celebrar aquí también “El Día Nacional de la Berza”, que podemos comer hervida o cruda en ensaladas y batidos, o fermentada como chucrut, rico en enzimas, que beneficiará a nuestro estómago, hígado, páncreas e intestinos. Y, de paso, reivindicamos también “El Día Nacional del Alimento Fermentado”; nuestra salud mejoraría enormemente si incluimos en nuestra alimentación diaria un fermentado –excelentes probióticos-.
Y entre col y col, brócoli, crucífera originaria de Italia, donde se desarrollaron además variedades como el precioso romanescu, híbrido entre brócoli y coliflor, toda una obra de arte, formada por puntos cónicos tan ordenados que da pena destruir para comérnosla, o el nuevo bimi o broccolini, un cruce de brócoli y col china, con un mayor contenido en fibra.
El brócoli nos aporta muchísimos beneficios, que hemos agrupado en siete apartados, teniendo en cuenta su poder antioxidante, depurativo, desintoxicante, cardioprotector, digestivo, alcalinizante y anticancerígeno:
– Es una excelente fuente de antioxidantes como la luteína para los ojos –importante ahora en primavera-verano para protegerlos de los rayos solares- y glucosinolatos, a los que se le atribuyen efectos anticancerígenos; excelente fuente también de vitaminas: A y betacarotenos para la vista, C (70 gramos de brócoli aportan la CDR de esta vitamina), y del grupo B, como la B9 o ácido fólico, esencial para embarazadas o la B3 o niacina, indispensable para la producción de energía, para mantener en buen estado nuestro sistema digestivo y para una buena salud del cerebro y del sistema nervioso.
– Rico en agua y en potasio –de ahí su acción diurética y depurativa- y también en calcio, magnesio, hierro, yodo y azufre; a este último se debe tanto el fuerte olor que desprende durante su cocción como su poder antimicrobiano y bactericida.
– Rico en fibra (3 gramos por cada 100), te ayuda a reducir las tasas de colesterol en sangre y es un excelente laxante; ideal en dietas “détox” y de adelgazamiento. Limpia, depura y desintoxica el organismo. Sus carbohidratos complejos se liberan de forma gradual, manteniendo alta tu energía y aportando sólo 33 kilocalorías por cada 100 gramos. Su ácido alfa lipóico mejora el metabolismo de las grasas, transforma glucosa en energía y además eleva los niveles de antioxidantes endógenos como el glutation o la coenzima Q10. Conviene tener muy presente a esta coenzima ya que, con la edad, nuestro cuerpo la genera en menores proporciones, y que, por cierto, es destruida por algunos medicamentos, en concreto los que reducen colesterol y contienen estatinas.
– Protege el corazón, reduce presión arterial y previene trombos e infartos. Contiene sulforafano, una sustancia anti-inflamatoria, que ayuda a nuestras arterias, fortalece nuestros vasos sanguíneos y previene enfermedades de las arterias coronarias.
– Combate las úlceras estomacales y gastritis, ayudando a eliminar la bacteria Helicobacter Pylori, gracias de nuevo, al sulforafano. Un estudio sobre brotes de brócoli publicado en The Journal Cancer Prevention Research demostró beneficios significativos al respecto.
– Es uno de los alimentos más alcalinizantes; ayudará a equilibrar el pH de tu organismo, siempre y cuando no lo hiervas o perderá esa propiedad alcalinizante. Es más recomendable tomarlo al vapor o crudo, “al dente”; así tampoco perderá ni su vitamina C ni su sulforafano.
– Ayuda en la prevención del cáncer de mama, pulmón, próstata y de tumores relacionados con el tracto gastrointestinal (estómago, hígado y colon). Por su alto contenido en fitonutrientes, flavonoides como la quercetina y glucosinolatos es un estupendo antioxidante y anticancerígeno. Investigadores de la universidad de Illinois aseguran que 4 porciones de brócoli semanales tienen un efecto preventivo contra el cáncer.
Para una vida sana, llena de vitalidad y energía, incluye el brócoli en tu alimentación diaria, o al menos cuatro veces por semana, salteado, al vapor, al wok, gratinado, con arroz o tallarines, en sopas, purés o batidos verdes. En la web www.masbrocoli.com puedes descargarte un estupendo recetario que incluye flores de brócoli en tempura, brócoli gratinado con bacon y salsa Mornay, crema de brócoli con aceite de trufa, pizza con brócoli y anchoas o espaguetis con gambas y flores de brócoli.
Y, aunque se va acabando la temporada, puedes disponer de brócoli todo el año, en forma de brotes, si germinas las semillas en casa. En tan sólo 5 días, las verás crecer y convertirse en brotes de esta superhortaliza, que, añadidos a tus ensaladas, te aportarán toda su energía activa y todas sus enzimas, y podrás beneficiarte de las mismas propiedades de la crucífera ya “adulta”.
____________________________________________________________
* Mónica Domingo es diplomada en Naturopatía,
Nutrición y Dietética, y Terapias Manuales.
Más información en: Arriluze Terapias Naturales
_______________________________________