… no lo prepara cualquiera. Del mismo modo que la faz de la tierra se ha llenado de gastrobares, también lo ha hecho de coctelerías o ‘pseudo-barras’ en las que elaboran combinados. Pero no, señores, la coctelería es otra cosa. Lo es, sin duda, en manos de profesionales como Javier de las Muelas.
En Madrid, la dirección para disfrutar de su ingenio es Dry Martini, en el Hotel Gran Meliá Fénix. El interior nos apasiona, elegante, sobrio, porque en él parece que siempre suceden cosas importantes. Sí, porque la diversión aquí es calmada… pero es deleite, al fin y al cabo, con una buena copa, una gran conversación y algo de picoteo selecto.
En el exterior, espera la terraza. Sin estridencias estéticas y muy relajante. En ella, tomar un cóctel a media mañana, antes del almuerzo –para abrir boca- o quizá después de él, y claro, por la tarde y llegada la noche, resulta irresistible. Clásicos como el mítico Dry Martini, otros novísimos como el Sharon Stone o el Carnyvore, pero todos con el sello del barman catalán.
Para acompañar: ostras, tacos de salmón, tortillitas de camarones, ortiguillas y otras tapas que demuestran el cariño que Javier de las Muelas siente por el Sur. Y es que un buen cóctel no lo prepara cualquiera.