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Restaurantes

La Cesta, nuevo rumbo

Reinvidica el buen producto y una actitud relajada para disfrutar de la buena mesa. Y del buen vino.

Óscar Velasco da un giro al restaurante que ocupa el número 10 de la calle Recoletos. De hecho, su nombre es La Cesta por Óscar Velasco, y no admite dudas. Presenta una carta más dinámica, el servicio de sala también lo es, y la barra resulta otra novedad apetecible para comer mirando o no el reloj.

Si hubo un tiempo de bonanza en el que los restaurantes estaban siempre llenos, ahora no solo la crisis obliga a estar más atento y despierto que nunca. En estos momentos, la clientela no se anda con chiquitas y flirtea con facilidad con otros. Ganarse su fidelidad es, sin duda, el objetivo máximo de quienes hacen de su establecimiento un estilo de vida. Lo saben Vicente Lorente y Óscar Velasco, gestor y chef, respectivamente, de La Cesta por Óscar Velasco.

Es una de las reaperturas del otoño. Tras un pequeño parón a finales del verano, en el que se realizó una pequeña reforma y se construyó la barra de la entrada, esta dirección tiene más ritmo y energía que nunca. Vicente Lorente, responsable del actual rumbo, ha introducido una oferta que anima al cliente a comer, en función de sus necesidades. Es decir, según sea el tiempo del que dispone, el presupuesto y su apetito. De ahí la barra, que invita a compartir un vino y picar su adictiva cebolla frita antes de pasar a la mesa; a tomar un tentempié y continuar con las obligaciones; o a sentarse sin prisa alguna, no moverse de la banqueta, y dar buena cuenta de la carta.

En la barra o en la sala, la carta es la misma. El chef Óscar Velasco la firma y defiende por su variedad, buena materia prima y precio ajustado. Las especialidades atienden al producto, de ahí que haya novedades cada poco tiempo. Se pueden degustar en medias raciones y son perfectas para compartir, esto es, con los platos en el centro. El ticket medio no supera los 25 euros, con el vino incluido.

Esta apuesta más informal, elaborada con técnica y pasión, pasa por platos tan sabrosos como el ravioli relleno de papada y champiñones; el pulpo al horno con patatas mortero y salsa de pimentón; o la butifarra de Cal Rovira con pisto y oporto. Son muy recomendables los mejillones tigre (con el picante aparte) y el costillar de cerdo asado a baja temperatura con la célebre salsa barbacoa, que elabora Velasco y de la que más de uno le ha pedido la receta.

Quienes tienen apetito o prefieren ir a tiro hecho, lo tienen fácil con el menú, que por 37 euros incluye aperitivo, diez platos (ahí es nada), pan y vino de la casa. Y hablando de vinos, se encuentran 15 referencias de carácter moderno, de grandes y pequeñas bodegas, a tan solo 15 euros la botella. En este punto, los precios han sufrido una bajada considerable.

En La Cesta, ahora por Óscar Velasco, algunas cosas no cambian. Por ejemplo, se mantienen las croquetas y la tarta de queso, dos clásicos que no podían desaparecer. Un último apunte relativo a los postres: no hay que dejar de probar el pastel de frutas y almendras, así como el sorbete de cava, piña y albahaca. Todas sus novedades bien merecen la visita.

La Cesta por Óscar Velasco

Recoletos, 10. Tel. 911 400 696. Madrid

www.lacesta.eu

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