Dicen de ella que es la casa más singular de Canadá. “Integral House” es su nombre y hace honor a la construcción porque es el resultado de una compleja serie de cálculos llevada a cabo por el reconocido matemático James Stewart, su creador. Ahora, sale a la venta por la suma de 23 millones de dólares canadienses (unos 15 millones de euros).
Situada en el prestigioso barrio de Rosedale, en Toronto, la “Integral House” combina el lujo moderno con detalles arquitectónicos distintivos en su intrincado abanico de formas. Solo cruzando el umbral de la propiedad uno ya emprende un viaje lejos de la ciudad para internarse en un onírico oasis boscoso. En él, al dar unos pasos, se levanta una aparentemente sencilla vivienda de dos plantas, con estructuras de roble y cristal (todo el piso superior es transparente con un juego de luces espectacular) como protagonistas.
Si por fuera irradia orden y armonía, por dentro, los secretos que guarda cortan el aliento. En realidad son cinco plantas las que la conforman, cuatro dormitorios, ocho cuartos de baño y un ascensor que lleva a cada nivel junto a la escalera (una estructura de cristal azul soplado que pende del techo gracias a un sistema de hilos de aluminio y que se ilumina con luz natural creando casi una experiencia celestial) que es una de las obras maestras.
Es más que una casa, es un espacio de arte, de actuación, repleto de enormes salas (una de ellas para ofrecer conciertos con una acústica imponente, y si no que se lo pregunten a Philipp Glass o al recientemente fallecido David Bowie, quienes pasaron por aquí) con paneles de cristal que se asoman al barranco Rosedale y hacen que la villa se fusione con su alrededor. Coctelería, bar y cocina son otros maravillosos espacios repletos de obras de arte que esta extraordinaria mansión contiene.