Montblanc rinde homenaje a la caligrafía
Montblanc Meisterstück Calligraphy, una nueva colección celebra el arte de la caligrafía y de sus orígenes en todas las culturas con nuevos e innovadores plumines y la maestría artesanal de Montblanc.
“Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron.”. Michel de Montaigne
El hedonista elige
Heliconia: planta tropical también llamada ave del paraíso por sus extraordinarios colores. Es el nombre que recibe la nueva colección especial de Steinway & Sons, resultado de una fantástica colaboración creativa entre dos célebres manufacturas que se han consagrado por igual a la máxima calidad y a la artesanía absoluta.
Steinway & Sons, la mítica compañía de fabricación de pianos, y la prestigiosa “maison” de cristal francesa Lalique, unidas ambas en esa aspiración común de búsqueda de la perfección, han mezclado talentos para dar a luz una serie limitada de obras de arte en lo musical y en lo estético.
Disponibles en negro o en blanco, estos nuevos pianos de cola irradian belleza y elegancia, y enriquecen cualquier hogar desde el punto de vista sonoro y, también, visual. El reto era crear un instrumento que reuniera las ventajas y las particularidades de Steinway & Sons con las de Lalique y, de hecho, lo han conseguido gracias a la utilización de un emblema clásico tomado del archivo histórico de la cristalera: la citada flor heliconia.
Diseñada originalmente en 1992 por Marie-Claude Lalique, nieta de René Lalique, representa la finura y la sofisticación idónea para estos valiosos instrumentos. Un total de 75 cristales tallados en Alsacia brillan junto a otros detalles que pueden ser personalizados a gusto del comprador. Cada piano (disponibles en los tamaños O-180, A-188 y B-211) presenta una placa en el interior del mueble que puede grabarse como se desee con el objetivo de asegurarse de que el ejemplar es, verdaderamente, único.
En realidad, todos lo son. Muchos de los avances y desarrollos que marcaron el camino para la construcción de pianos de cola contemporáneos ya estaban presentes en el primero que fabricó Henry E. Steinway en 1836. Con él, convertía en realidad su visión de conseguir el mejor piano posible y sentaba las bases de la fama mundial que cobraría con posterioridad, llegando a desarrollar más de 125 patentes.
Su casa, fusionada ahora con el «savoir faire» y el estilo francés de Lalique, continúa rompiendo moldes, llegando a los mayores estándares de calidad y permaneciendo atemporal y exquisita.