John Martin Sahayananda y la búsqueda
La visión espiritual de este monje benedictino indio se detiene en la libertad del ser humano, su originalidad y creatividad.
“Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron.”. Michel de Montaigne
En un café
Andreu Mateu es un aventurero y empresario que en 1992 decidió dejarlo todo para lanzarse a viajar a los lugares más remotos del planeta utilizando todo tipo de medios de transporte conocidos. Su proyecto lo llamó The Transcovery Project. Para nosotros, él encarna al superhéroe.
En aquella época, Andreu Mateu trabajaba en la Oficina Comercial de la Embajada de España en Nueva York. Para hacer realidad su ambiciosa aventura, Andreu tuvo que poner a la venta todas sus posesiones. El 11 de agosto de 1992, se subió a un par de patines en línea, dando comienzo a su singular aventura. En total, Andreu dedicó tres años de su vida a esta expedición, recorrió 120 países y utilizó 130 diferentes medios de transporte.
Doce años después, en 2007, Andreu Mateu se embarcó en un nuevo proyecto: cruzar el Atlántico a remo y en solitario a bordo de un bote. Permaneció 94 días en alta mar y finalmente alcanzó la isla de Martinica en el Caribe, convirtiéndose en el primer español en cruzar el Atlántico a remo y en solitario.
Desde 2005, Andreu Mateu dirige Dreams & Adventures, una empresa de outdoor training y team building con sede en Barcelona.
– Andreu, ¿qué te impulsa a viajar ?
La curiosidad. Las ansias de ver, de conocer gente y lugares diferentes, de vivir, aprender y sorprenderme, las ganas de saber y crecer como persona.
– ¿Para qué crees que sirve viajar ?
Sirve para romper con la monotonía, para sentirte vivo, para abrir tu mente… Para ver otras formas de vivir, para poner tu propia forma de vida en perspectiva, y aprender, y conocer gente diferente.
– Y esa experiencia como viajero y aventurero te ha servido para crear tu propia empresa, Dreams and Adventures.
Sí, fundé la empresa hace 20 años. Nos dedicamos al “Team Building”, a crear equipos. Organizamos eventos para empresas con el objetivo de fomentar el espíritu de equipo, la creatividad, las relaciones entre compañeros de trabajo, el compañerismo, el orgullo de pertenencia.
– Háblanos de tu viaje más memorable, el que te trae mejores recuerdos.
Mi viaje más memorable es en el que invertí cinco años de mi vida. Más de un año en preparativos, y más de tres viajando con una mochila por 120 países del mundo, utilizando 130 formas de transporte diferentes y superando una serie de retos. Fue un viaje increíble, ya incluso desde el momento de los preparativos. Estaba viviendo en Nueva York, noté que necesitaba un cambio, decidí hacer una lista de sueños y de esa lista nació un proyecto: El proyecto Transcovery. Mi objetivo era conocer el máximo número de países posible, viajando en el máximo número de formas de transportes posibles y ponerme a prueba en un montón de situaciones diferentes. Patiné con unos patines en línea desde Barcelona a Reus, crucé desde Salou a Mallorca en un patín catalán, atravesé el Estrecho de Gibraltar a nado, el Atlántico en un velero de 9 metros en solitario, recorrí Sudamérica y Centroamérica en un 4×4, utilicé multitud de transportes aéreos en EEUU, trineos de perros en Alaska, recorrí Japón en tren bala, atravesé Europa de norte a sur en bicicleta, viajé por toda África en moto.
– Cuéntanos alguna anécdota de tus viajes, algo curioso o divertido.
Recuerdo cuando me detuvieron en St. Petersburgo y estuve una horas en una cárcel, o cuando me confundieron con un espía israelí en Siria y me detuvieron e interrogaron, o cuando me encontré en medio de un conflicto bélico en Nicaragua.
– ¿A dónde no viajarías nunca y por qué?
No hay ningún lugar a donde no viajaría nunca. No obstante, sí hay lugares donde me apetece menos viajar. Y son los lugares donde está prohibido pensar por ti mismo y expresar lo que piensas. Soy librepensador y considero la libertad de expresión un derecho fundamental e innegociable del ser humano.
– Un destino que nunca te cansas de repetir.
Nueva York. Sin lugar a dudas. Nueva York es, a mi modo de ver, la ciudad más excitante del planeta. Nueva York es donde te pasan cosas, únicas e interesantes, donde se te permite soñar. En Nueva York lo habitual es conocer gente interesante de todo el mundo, gente curiosa, con inquietudes, con espíritu de superación. En Nueva York todo es posible.
– Si pudieras viajar en el tiempo, ¿qué época y qué destino elegirías?
Si sólo pudiera escoger una fecha del pasado me iría a la prehistoria. Me gustaría vivir en la época en el que el ser humano era como un animal más, sujeto a condiciones de vida muy duras. Aunque si pudiera escoger entre pasado y futuro, sin lugar a dudas iría al futuro.
– Tus lugares favoritos: un país, una ciudad, un hotel, un restaurante, un café, un bar, un museo…
Un país, Tailandia. Un hotel, The Sanctuary, en Koh Phangan. Un café: tomo té, té verde, es más sano… Un bar: creo que ya no existe. El local que más he disfrutado en toda mi vida es el que en su época fue el AuBar de Nueva York. Un museo: el Hermitage de San Petersburgo.
– Lo más raro que has hecho en un viaje.
Participar en una ceremonia de exorcismo en una iglesia en Nairobi, en la que unos farsantes hacen creer a la gente que con esos ritos liberan a las personas de los demonios. Me puse en la cola para probar. Todos los que estaban delante de mí, caían al suelo sacudidos por espasmos. Me quedé allí observando, a la puerta de la iglesia y cuando ya se había ido todo el mundo vi como los actores salían por la puerta de atrás con un bocadillo.
Y lo más raro que has vivido…
He vivido guerras, asesinatos, accidentes, robos, he visto de todo… pero eso no significa que el mundo esté tan mal. El mundo está lleno de gente buena y maravillosa. Los malos son la excepción.
– ¿Lo más duro que te ha ocurrido?
Pasar tres días en medio del Atlántico, metido en un bote de madera, en mitad de la tormenta y navegando sólo con dos remos. Encerrado en una especie de ataúd, forrado de espuma y a merced de las olas. Al no poder dormir empecé a sufrir alucinaciones.
– ¿Has pasado miedo alguna vez?
Muchísimas veces. Y a todas horas. El miedo es algo que llevamos constantemente con nosotros y que nos condiciona totalmente la vida. En este momento, también tengo miedo. Miedo a no ser entendido, miedo a ser malinterpretado, miedo a hacer el ridículo, miedo a parecer arrogante…
– ¿Viajas sólo o en compañía?
Viajo solo con frecuencia y, a veces, en compañía. No me gusta viajar en grupo. Eso que hacen algunos de quedar un grupo de amigos e irse de viaje, no va conmigo. Me gusta la libertad y cuando vas en grupo pierdes mucha libertad. Te pasas el día esperando a los demás.
– ¿Con quién te gustaría viajar?
Me gustaría viajar con el biólogo inglés Richard Dawkins y descubrir con él el origen del hombre. Y el no va mas sería viajar con Stephen Hawking por las galaxias y explorar y entender el origen del universo en el que habitamos.
– ¿Alguna vez te has apuntado a un viaje organizado?
Sí, lo he probado. Fui copropietario de una agencia de viajes y recibí algunas invitaciones a viajes de prensa. Tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
– ¿Cuál es tu medio de transporte favorito?
La moto para viajar por tierra porque me divierte conducir una motocicleta. Y un velero para costear, cruzar mares y océanos, alcanzar islas…, porque navegar es la desconexión y la aventura total.
– ¿Cómo organizas tu viaje? ¿Con guías, con la ayuda de expertos?
Para un gran viaje que duró tres años me pase un año organizándolo, leyendo libros, hablando con expertos. Pero para un viaje de diez días no soy mucho de organizar. Pienso en un sitio, me saco un billete de avión y poco más. Me gusta ir dejándome llevar por las circunstancias.
– ¿Tu viaje pendiente?
Al espacio y al fondo de los océanos. El no va más de lo desconocido y la aventura.
– Finalmente, si te tomaras un largo periodo sabático, ¿a dónde irías?
A recorrer el mundo entero en mi velero. Sin lugar a dudas. He reflexionado mucho sobre cuál es el lugar perfecto donde vivir; o al menos cuál es el mejor. Conozco algunos sitios y me quedan muchos más por conocer. Y siempre llego a la misma conclusión. No hay ningún sitio perfecto. Y si lo hubiera tampoco sería perfecto porque al cabo de unos días se volvería aburrido. Lo realmente excitante para sentirte vivo es que cada día sea diferente.