John Martin Sahayananda y la búsqueda
La visión espiritual de este monje benedictino indio se detiene en la libertad del ser humano, su originalidad y creatividad.
“Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron.”. Michel de Montaigne
En un café
Ex presidenta de la Academia de Cine, admiradora de José Múgica -el presidente de Uruguay- y actriz desde hace casi 30 años. Aitana Sánchez-Gijón tiene un discurso claro y punzante sobre el momento gris que vive nuestra cultura. Su capacidad para mantener y expresar su visión crítica posiblemente ha sido gestada tanto a través de su propia trayectoria e historia personal como en su contexto familiar. Su madrina es la hija de Rafael Alberti -el poeta era amigo de sus padres-, su padre –¡su admirado padre!- fue un profesor de Historia antifranquista que llegó a pisar la cárcel en dos ocasiones, su colegio era un centro público y su hermano mayor Eloy también se dedica al mundo artístico -es músico-.
Esta misma semana se ha vuelto a asomar Doña Blanca a los televisores de más de cuatro millones de españoles. Su serie Velvet ha arrancado la segunda temporada con excelentes niveles de audiencia. “Ahora la televisión es la salvación para los actores. Nos da una estabilidad laboral, económica… Además se están haciendo proyectos de calidad de los que te puedes sentir orgulloso y desarrollar un trabajo interesante. Yo, de hecho, con el cine no cuento desde hace tiempo, aunque con el teatro sí “ explica ella misma.
Vengo a que me convenzas de por qué tendría que ir a ver una obra de teatro clásico…
Porque en el teatro clásico estamos todos reflejados. Son obras que trascienden el tiempo y el espacio y que hablan de las eternas cuestiones que nos afectan como individuos y como sociedad. A ti y a mí.
¿Me pasaría lo mismo con un buen libro?
Así es. Pero te diré que no importa sólo el contenido del libro, lo que conecta con el ‘quién soy y de dónde vengo’, sino que en esa lectura también puede haber un placer estético a través del que uno se puede sublimar. El gusto por la palabra bien escrita te enriquece espiritualmente.
Yo estoy ahora releyendo Cien años de soledad y hay frases para mí perfectas en las que puedo ver al autor cómo busca el sustantivo necesario, el adjetivo preciso… y eso me produce un placer estético y espiritual muy grande.
Pero el siglo XXI parece que no avanza por ahí…
Creo que no podemos generalizar. Es verdad que hay un exceso de todo y parece que no hay filtro. Se puede acceder tanto a lo excelente como a lo más vulgar al mismo tiempo y, sí, por momentos se puede pensar que estamos perdidos y se ha perdido el gusto por la quietud, el detenerse y el profundizar pero….
… Pero tú dirías que eso sigue aquí
Creo que subyace a nuestra realidad actual. De todos modos tenemos que tener en cuenta que, históricamente, el ansia de cultura no ha sido algo extendido a la masa.
Te veo positiva…
Bueno, siendo sincera y teniendo en cuenta que la generación de mis hijos se pasa todo el día pegada a las pantallas hay momentos en los que me desmoralizo. ¡Les cuesta tanto coger un libro! Y siento que así se están perdiendo algo precioso.
Como precioso es cuidar la cultura en cualquier sociedad. Si no estoy equivocada refiriéndote a nuestro país tú has dicho: “se está ahogando la industria cultural y es una catástrofe. Un país que no cuida su cultura, a su sanidad, a sus científicos… está condenado a volver a las catacumbas”.
Así es. Yo creo que en España está pasando eso más que en otros lugares. Si te pones a comparar nuestras políticas culturales con las de otros países de Europa -y sabiendo que no somos los únicos que estamos en una situación difícil-, vemos que aquí hay una falta de cultivo y cuidado de la cultura destacable. Incluso las políticas fiscales y las políticas de promoción existentes van en contra de ella.
¿Me enumerarías, por ejemplo, tres medidas que para ti sería importante implementar?
Además de volver a bajar el IVA, habría que poner en marcha una Ley del Mecenazgo que incentive realmente la inversión. Porque ¡fíjate! España es uno de los platós más interesantes que hay en el mundo, porque somos un país muy pequeño en relación a la variedad geográfica y climatológica que ofrecemos. Y eso puede atraer muchísimo a grandes producciones internacionales, que significan grandes inversiones en puestos de trabajo.
Como ha pasado en Sevilla.
Eso es. Que Juego de Tronos vaya a rodar a Sevilla lleva inversión a la zona, una zona que luego, además, se convierte en una especie de peregrinaje del turista amante de esa película. Mira qué pasó con Barcelona cuando Woody Allen filmó allí.
¿Pasa lo mismo en toda España?
Bueno, ahora mismo Canarias es el único lugar del país donde existen incentivos fiscales para las producciones y se está yendo a rondar muchísimo allí, tanto españoles como extranjeros.
Pero ¿qué es lo que se está haciendo mal?
Hace poco salió una nueva legislación sobre esta materia y el aumento de las deducciones fiscales es tan leve que nos deja a la cola de Europa. Y eso ha hecho que producciones que ya estaban en marcha o que iban a llegar aquí, como la nueva película de Tarantino, han renunciado a rodar en España. Y yo no puedo evitar pensar ¿dónde tiene la cabeza quien está detrás de todo esto?
¿Alguna otra propuesta sobre lo que sería urgente intervenir?
Hay que actuar en la educación y la escuela ya. Pero, claro, si tenemos en cuenta lo que prima en la nueva Ley de Educación que se está poniendo en marcha ahora… ¿qué podemos esperar? En la escuela también quieren que prime lo práctico y lo productivo, como para conducir ya al alumno a ser un ciudadano productivo. Y en este contexto las humanidades se van relegando y se van convirtiendo en algo residual, como en una rareza de la que tal vez se encaprichen unos pocos… en fin. Pero más que medidas concretas lo que yo creo que hay que cambiar es la mentalidad, la ideología, el concepto.
¿A qué te refieres?
Estos señores tendrán su modelo educativo en el que prima lo productivo por encima de lo intangible, del alimento del alma que hace ciudadanos críticos, ciudadanos libres con criterio y con armas para defenderse en la vida. Pero el sistema capitalista, además, necesita de consumidores mansos y pasar del concepto de ‘ciudadano’ al de ‘consumidor’. Por eso en ciertos ayuntamientos se está dejando la gestión de los teatros públicos en manos de gestores que buscan una rentabilidad económica sobre cualquier otra cosa, a pesar de que lo intangible se tiene que cuantificar de otra manera…. Pero el sistema capitalista te encierra en el esquema de la rentabilidad económica y….
Porque a la cultura qué le pedimos ¿qué promueva el pensamiento crítico? ¿qué entretenga?
En la cultura cabe casi todo y cabe el entretenimiento, no hay que ser fundamentalista. Se puede tener un cine o un teatro de calidad sin que hablemos de Sócrates o Platón. Nuestro teatro y nuestra literatura viene de una cultura popular muy fuerte porque no olvidemos que El Quijote nace en el contexto de las novelas de caballería.
Y, dando un pequeño giro, ¿crees que las fórmulas de ocio que triunfan hoy promueven, suficientemente, lo colectivo?
Mira en ese sentido está pasando algo muy curioso: los espacios públicos también están siendo ‘privatizados’. Me refiero a que cada vez hay más plazas y calles copadas por las terrazas de los bares, por ejemplo. Parece que todo está unido a lo comercial y eso dificulta el encuentro entre los ciudadanos.
Entonces ¿qué podemos hacer los ciudadanos?
Rebelarnos, echarnos a la calle, ir a las urnas y elegir otras opciones con las que estemos de acuerdo y reflejen este malestar.
Me viene ahora a la cabeza que tu padre estuvo en la cárcel…
Sí, mi padre estuvo en la cárcel. Era profesor de Historia, traductor del italiano al español y un ser profundamente culto. Sabía tanto, tanto, que ahora le echo muchísimo de menos. Cada vez que necesitaba saber algo recurría a él y él me daba una perspectiva histórica que colocaba cada hecho en su contexto.
Eso es clave. Mi admirado Chomsky explica una y otra vez que si se quiere tener una información que se acerque a lo veraz es fundamental ubicar los hechos en su contexto, en sentido amplio. Y eso en el periodismo que estamos haciendo ahora se está perdiendo.
Es cierto. Javier Marías lo ha abordado varias veces en sus artículos de El País Semanal cuando plantea que lo de ayer ya no sirve. Yo me doy cuenta de que a mis hijos les estoy hablando permanentemente de personas y hechos que han sido importantes en el pasado para que no tengan sólo la perspectiva del aquí y ahora. Es un riesgo cortar ese hilo que habla de dónde venimos y porqué nos encontramos en la situación en la que estamos.
Lo comparto…
Por eso me indigna que en los colegios cada vez se relegue más la Historia, la Literatura, las Ciencias Sociales… por otras materias que se consideran más útiles para la vida productiva. No puede ser y los padres debemos pensar en ello.
Hola,
La verdad es que no pasan los años por esta bellísima mujer. Una de las mejores actrices de la historia del cine Español.
Un placer
NeyLo2011