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“Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron.”. Michel de Montaigne


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En un café

Con Elia Frías

La vida de una psicóloga catalana en un pueblecito asturiano de 6.000 habitantes está llena de sorpresas. Para redescubrir el valor de lo sencillo.

En nuestro primer encuentro nada más vernos me dijo: “He pasado de vivir en una ciudad del Mediterráneo a un pueblo parecido a Cicely, de aquella serie que se llamaba Doctor en Alaska”. Y por lo que cuenta a lo largo de la entrevista, razones no le faltan para hacer esta comparación.

Se define como “psicóloga creativa”, su doble especialidad es clínica y educacional pero la vida le ha empujado a practicar “psicología rural” en grupos de mujeres -con un 3% de presencia masculina- en el entorno de Luarca (Asturias). En sus talleres se habla de autoestima, presencia plena, meditación, cambio, emociones y racionalidad y los asistentes se sienten valiosos. Además, Elia Frías ha encontrado tiempo para escribir tres libros, formarse en nutrición y poner en marcha un “banco de empleo” para ofrecer formación gratuita en habilidades a desempleados.

¿El salto de nacer en Tarragona y vivir en una ciudad de 750.000 habitantes como Alicante a pasar a un pueblo de 6.000 como Luarca fue…?
Fue un impacto brutal. Por la oferta cultural y social y porque Alicante ofrece muchos recursos en el campo de la psicología. Al llegar a Luarca viví un proceso complejo en el que tuvo que aprender a esperar, tomar nota y, finalmente, integrarme.

Y en la actualidad ¿cómo lo sientes?
Hoy estoy feliz. Trabajo con gente del entorno rural llevando actividades “transgresoras” a sitios muy recónditos, talleres de crecimiento personal y bienestar para hombres y mujeres, aunque la participación es mayoritariamente femenina. Ver cómo reaccionan es muy especial.

¿Cómo ha sido el proceso?
Contacté con los encargados del Programa de Psicología Rural, de Servicios Sociales, les hablé de mis proyectos y decidieron probar. Y como los cursos se llenan y las evaluciones son buenas, aquí estoy.

¿Qué les propones hacer?
Por ejemplo, uno de los ejercicios que llevamos a cabo intenta revisar la gestión del tiempo. En el campo existe una pauta diaria que dirige la vida de sus habitantes, pero está integrada automáticamente. En esta dinámica, por ejemplo, en la vida de las mujeres no hay tiempo para ellas. Todo es para los hijos, las vacas, el campo…

¿Este es el perfil de tus alumnos?
Sí. Mujer, madre, ganadera, agricultora o ama de casa.

¿Y cómo dices que trabajas?
Rompiendo automatismos. Cuando les pregunto qué les gusta hacer y me responden que “estar con mi familia”, les invalido la opción y les pido otra respuesta. Entonces generalmente me contestan “no sé”. En ese momento les propongo que hagan una lista de las cosas que les gusta hacer pero a ellas solas, sin nadie más. Y a partir de ahí trabajamos la idea de que todo está de paso: la familia, los hijos, la casa… Todo eso te acompaña pero no es tuyo. Lo único tuyo eres tú y tienes que saber que te tienes y valorarte y cuidarte dedicándote un tiempo exclusivo.

Umm…
Con media hora para hacer punto de cruz o meditar puede ser suficiente. Porque lo importante no es la actividad sino que de forma intencionada digan “este rato es sólo para mí”.

Ya
Un día hablando de cocina creativa una de las mujeres me decía que ella sólo hacía cuatro comidas (platos) diferentes a largo del año. Bueno, pues intenté convencerla de que le diera un pequeño toque diferente alguna vez -porque la realidad es que existe poca variedad en la alimentación- y además que cogiera el bocado, se lo llevara a la boca, soltara siempre el cubierto después para comer más lento… poniendo los cinco sentidos en ello.

Y ¿cómo te mira “la señora Maruxiña” cuando le dices eso?
Se ríe mucho, pero más del 50% de las asistentes lo prueban. Y luego me dicen que cuando se toman el café con los cinco sentidos sabe diferente.

En las familias de estas mujeres ¿al cambiar ellas obligaban’” a cambiar a toda la familia?
Es que es eso lo que sucede. Produces un cambio interno que rebota en el exterior y lo que te devuelve es algo cambiado. Einstein dijo: “La locura es querer que todo cambie  sin hacer nada al respecto” y los tiros van por aquí. Yo a lo que les animo es a experimentar, buscar cómo se pueden sentir mejor.

Que bonito…
Es un proceso muy enriquecedor para mí. Ellas me dicen “cuánto nos has dado” y yo lo que noto es que soy yo la que vuelvo a casa con más de lo que me fui.

¿En lo rural todo resuena con más eco?
Sí, así es, y también deja más huella porque en el entorno rural hay menos oferta cultural. Y cuando alguien encuentra una actividad como ésta se vuelca al 100%, aunque también son muy exigentes.

Es verdad que Asturias tiene aún  sus particularidades en lo que a comunicaciones se refiere…
Yo, por ejemplo, cojo el coche y me voy a otro pueblo que está a 20 km, a Belén de la Montaña, al que tardo una hora en llegar porque está en una zona de altísima montaña y la carretera es “una serpentina” muy estrecha. Como allí hay muy pocas actividades lúdicas notas que todo lo que propones se absorbe, como con una esponja. Y si se pone a nevar te dicen: “no te preocupes que te quedas en casa a cenar y dormir”. Así de sencillo y fácil.

La pérdida y la muerte se vive de modo diferente en este entorno ¿no?
Sin duda. Así como en la ciudad nos olvidamos de que somos mortales porque estamos atendiendo a múltiples facetas a la vez y estamos muy ocupados, ellos tienen la muerte a su lado.

Y en ese espacio hablar de meditación suena….
Pues mira, en el fondo suena como algo conocido…. Un día hablábamos de la relajación y de no preocuparse por las cosas, y una de las más mayores, Emilia, me dijo cuando yo hablaba de mis momentos de estrés: “tendrías que hacer como mi marido: tallar madreñas (unos zapatos típicos de madera para andar por el barro o los graneros). Cuando él talla madreñas no se preocupa por nada”. Ellos ya tienen la meditación en la belleza de lo simple.

Cuando haces terapia individual ¿qué diferencia encuentras con respecto a la ciudad?
Existe mucho “efecto túnel”y hay que ayudarles a flexibilizarse, a adaptarse a la situación. Hay gente joven con mucha ansiedad por el futuro, por no saber cuál es su camino, y yo les hago ver que hoy ya no hay un solo camino. Y entre las mujeres existe dificultad para combinar la maternidad con la vida laboral. Llegan a la consulta victimizadas pensando que “aquí no hay nada”, y les ayudo a caer en la cuenta de qué recursos hay pero hay que saberlos encontrar, lo que implica buscar respuestas diferentes.

Umm…
Los ojos ven, el cerebro interpreta. Generalmente no describen la realidad,  hablan de la emoción.

¿Y?
Y yo les hablo de que tenemos “dos cerebros”, uno emocional y otro racional. Cuando me enfado y retroalimento mi enfado puedo acabar siendo una persona amargada cuando lo que tendría que hacer es pararme y mirar sin afectos. Y mirando, la curva de la ira baja. El autocontrol de las emociones negativas se debe buscar todos los días. El cerebro emocional tiene una función instintiva, nos permite reaccionar rápidamente, se ocupa de la preservación de la vida… pero para solucionar problemas no nos vale, hay que ir a la parte racional.

Qué cosas cuentas…
Pues también les hablo del sistema psiconeuroinmunológico montando escenas en el aula, como “teatrillos”. Sé que está como un poco pasado pero a mí me gusta para este contexto el mensaje de “el poder está en ti” y también entender que la positividad cría, y la negatividad también. Las emociones son como las lobelias y las cucarachas. La positividad es un hábito que yo siempre trabajo en plazos de 25 días que es el tiempo necesario para producir un giro.

Es verdad…
Pero al mismo tiempo vale la pena levantarte cada mañana y vivir el hoy y cuando te vas a la cama, “morirte”, dejando todo atrás. Reducir tu vida a un día es muy bonito.

Oye, antes de acabar, dime algo de los hombres.
Pueden representar el 3% de los asistentes a mis talleres. Pueden ser uno o dos… En cualquier caso, suelen ser bastante reservados, les gusta venir aunque se suelen escudar en el sentido del humor o el sarcasmo para hablar de sí mismos. Y eso que los que vienen son especiales, abiertos, generalmente viudos. Aunque no me gusta generalizar son más simples a la hora de entender la vida, dudan menos, aunque también es cierto que les cuesta más cambiar, son más rígidos.

¿Te ves volviendo a una ciudad?
Buf!! No me cierro a nada pero hoy en día estoy feliz en Luarca. Me lo paso muy bien con lo que hago.

2 Responses to Con Elia Frías

  1. BETTY MARTINEZ CANCIO dijo:

    Hola Elías!! qué tal? soy Betty, la que fuí tu alumna en el colegio. Quería comentarte que me gustaría mucho hablar contigo, pasa días que por mis tres niños que no tengo días libres, el mejor día que mejor me viene son los viernes por la tarde o sábados por la mañana. Ya me comentarás.

    • Elia Frías dijo:

      Querida Betty,

      Soy Elia, he visto que me has escrito un mensaje al blog del Hedonista. Si quieres hablar conmigo, puedes pasar por mi consulta de 16h. a 20h. de lunes a viernes, aunque es mejor que busquemos un momento para una cita, así te puedo atender mejor.
      Si necesitas que me desplace porque para ti sea imposible venir, dímelo y lo arreglamos.
      Un abrazo fuerte,

      Elia Frías Moreno
      Psicóloga Colegiada Nº O-2413
      Urb.Villar, 5 – Local
      33700 – Luarca – 647 09 55 80
      info@globalpsique.eshttp://www.globalpsique.es

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