John Martin Sahayananda y la búsqueda
La visión espiritual de este monje benedictino indio se detiene en la libertad del ser humano, su originalidad y creatividad.
“Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron.”. Michel de Montaigne
En un café
En Ecoalf el primer pilar para construir es la información. En sus oficinas se manejan, cada día, enormes cantidades de datos e información para buscar fábricas capaces de hacer tejidos con productos de desecho en cualquier lugar del mundo. Así han firmado alianzas con once fábricas de reciclado de redes de pesca, botellas PET, neumáticos, algodón, lana… Esta temporada proponen un bañador de chico fabricado con 254 gramos de redes de pesca y 10 botellas. Ideal.
Tienen presencia en once países (el 92% de las ventas son internacionales y de ellas el 70% se cierran en Estados Unidos), fabrican 17.000 prendas al año y aspiran a duplicar el dato para la siguiente temporada. En España venden desde su tienda de Madrid y su web ecoalf.com/. Apple les ha llamado para que diseñen fundas para sus aparatos.
Si te digo basura ¿eso a ti te sugiere…?
Recursos naturales.
Rara respuesta. ¿Cómo se te ocurre la idea de transformar deshechos en moda de alta calidad y diseño?
Quería crear una marca de moda sostenible y el reciclaje me pareció la mejor opción. Empecé a viajar para investigar al respecto y me encontré con gente que ya reciclaba desechos para hacer tejidos, pero eran de mala calidad y con un porcentaje de reciclado muy pequeño, en torno al 16-20%. Yo quería ir más allá.
¿Dónde estuviste estudiando la situación?
En Alemania, Estados Unidos, Taiwan, Japón, China… iba a investigar, a ver qué se estaba haciendo bajo el concepto de moda sostenible. Y tuve la suerte de encontrarme con una señora maravillosa al sur de Taichung, en Taiwan, que tenía una fábrica muy pequeña, pero que me propuso que si empezaba a invertir con ella podíamos producir la primera generación de tejidos 100% reciclados, con un aspecto y textura de nylon de moda.
¿Y…?
Y así empezamos reciclando botellas de plástico PET. Y luego nos metimos a reciclar redes de pesca, luego posos de café y neumáticos, y algodón y lana de colchones, y aquí estamos.
Así que como te gusta la aventura decides abrir una marca de moda sostenible en España ¡donde la conciencia y el consumo ecológico es residual!
Pues sí (se ríe). No está siendo fácil porque en este país la sostenibilidad no es un valor respetado, gobierne quien gobierne, pero estamos creciendo. Aunque yo cuando veo la recién aprobada Ley de Costas, por ejemplo, o el nulo apoyo a la innovación no sé qué pensar.
Los gobiernos no protegen, los ciudadanos no exigimos…
Sí pero tienen que ser los ciudadanos y las empresas quienes promuevan el cambio porque los gobiernos y las administraciones han demostrado una gran falta de sensibilidad y criterio. Por otro lado, las empresas tienen que revisar sus modelos porque hoy lo sostenible tiene un handicap: el precio. El coche eléctrico es caro, la comida orgánica es cara… Por eso en Ecoalf hemos tratado de seguir una doble consigna: que tú lleves producto reciclado pero de alta calidad y diseño, y que el precio sea razonable.
¿Dirías que la crisis económica ha eclipsado la crisis ecológica que nos acompaña desde hace décadas?
Yo creo que la crisis económica es una excusa para dejar de hacer muchas cosas y creo que tenemos líderes que no se creen que sea urgente resolver el problema medioambiental.
Te importa explicarme despacio cómo trabajáis, me cuesta entenderlo.
Sí es un poco complicado. Nosotros viajamos constantemente investigando qué se está haciendo ya en el mundo en el campo de los tejidos reciclados. Y ahora mismo hemos encontrado fábricas aptas de lana en Méjico, algodón en Portugal, redes de pesca en Corea, botellas de PET en Taiwan y neumáticos en España. Y nuestra filosofía es “donde reciclamos, fabricamos”. Es complicado a nivel de logística, pero por un tema de coherencia con la huella de carbono tiene que ser de este modo. Así que buscamos otro fabricante de prendas cerca del fabricante de tejidos y empezamos a producir.
¿Qué hacéis con los neumáticos en España?
Signus recicla el 90% de los neumáticos de España y empezamos una alianza con ellos, y con el Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja, hace dos años y medio. Yo quería que las suelas de nuestras zapatillas fuesen recicladas y lo conseguimos. Además, luego hemos producido unas flip flop con ellos hechas a mano y de calidad.
¿Qué aporta Ecoalf al mercado de la moda?
Innovación, pues no existe otra empresa que ofrezca lo mismo que nosotros. Hay marcas que sacan una colección cápsula de tejidos sostenibles -o al menos así los llaman-, y ya está. Pero nosotros tenemos un ADN distinto, reciclamos y lo hacemos de una manera un poco especial, lo reconozco. No cogemos una tapicería y hacemos una prenda con ella, sino que apostamos por un reciclaje industrial. Y algo especial tenemos que tener cuando nos ha llamado Apple para que le hagamos una colección exclusiva.
¿Apple?
Sí, nos llamaron hace un año porque nos conocieron a través de una web de cool hunters en Japón y les diseñamos una línea exclusiva de fundas para los Mac. Ahora estamos en todas sus tiendas de Estados Unidos -220- y Canadá y vamos a entrar en China, Singapur, Japón y Australia.
Suena bien…
La verdad es que se nos están abriendo muchas puertas a nivel internacional. Como la alianza con Cool Hunting para diciembre y la de Gwyneth Paltrow para julio, para su web, con un plumífero y una bolsa. Fíjate, nos contactó ella porque una amiga suya llevaba una bolsa nuestra en una cena en Londres y le encantó.
¿Te gustaría ver tus prendas en la Pasarela Cibeles?
No.
¿Cuál es el producto estrella de Ecoalf?
¿El que más nos ha sorprendido? El plumífero
¿Todavía viajas por placer?
Menos, la verdad, porque estoy haciendo muchos viajes de trabajo.
Y ¿qué se te pasa por la cabeza cuando estás cansado?
Estoy en casa con mis dos hijos, hago deporte y estoy con mis amigos.
Para acabar, te regalo dos palabras: economía y ecología. ¿Me montas una frase?
No se me ocurre, pero sin duda tendrían que ir juntas. Acabo de estar en la entrega de unos premios en los que había varias categorías entre las que estaba el premio a la sostenibilidad. Y yo no entiendo cómo hoy se puede dar un premio a algo que, de entrada, no sea sostenible, eso no puede ser. Todo lo nuevo ha de ser sostenible ya.