El Hedonista El original y único desde 2011

“Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron.”. Michel de Montaigne


Menu abrir sidebar

En un café

Con Miguel Navarro

La ciudad es de todos. Hablamos con Miguel Navarro (Arquitectos Sin Fronteras) del futuro de plazas, mercados municipales, asentamientos ilegales y de la participación ciudadana.

Durante 25 años la gran mayoría de las ONG españolas han centrado su área de acción en la cooperación internacional. Sin embargo, nuestro actual panorama socioeconómico –“el de un país en vías de empobrecimiento”- ha llevado a buen número de ellas a actuar también dentro de las fronteras de nuestro país. 

La sede de Madrid de Arquitectos Sin Fronteras (ASF) participa de este movimiento de  “mirar hacia dentro”. En 2008 se crearon en la capital los primeros grupos de trabajo en cooperación local pero “antes ya lo había hecho Barcelona, quizás debido a una conciencia ciudadana y crítica más antigua allí” explica Miguel Navarro, arquitecto técnico, especialista en bioconstrucción y en el desarrollo de asentamientos humanos precarios y coordinador de ASF-Madrid.

Me sorprendió saber que vuestra ONG también desarrolla proyectos en España…
Es que tenemos unos voluntarios muy inquietos (sonríe). A raíz de la crisis-estafa, la pérdida de derechos vinculados a la ciudad y el cambio de mentalidad y politización surgido con el 15M, vimos que en nuestro voluntariado más joven aumentaba la preocupación por lo que estaba pasando en nuestro entorno cercano. Así que lo incorporamos ya que, además, esta actuación da mayor coherencia y legitimidad a nuestra actuación en cooperación internacional.

¿Por?
Parece lógico tratar de acometer estas situaciones en ambos contextos si hoy impera un mismo sistema global que produce desigualdad y pobreza tanto en países empobrecidos como Haití o en vías de empobrecimiento como España.

Empecemos por el Mercado de la Cebada ya que estamos aquí. ¿Por qué os fijáis en él?
Nos empezamos a interesar en general por los mercados municipales madrileños (actualmente hay 46) hace unos años. Observábamos con tristeza los procesos de decaimiento y transformación de estos equipamientos públicos, en otros tiempos muy enraizados en la vida comercial, social y cultural de los barrios madrileños.

Pero…
Las políticas municipales desarrolladas en la última década, centradas especialmente en enfocar los mercados de las áreas centrales al turismo y fomentar la introducción de grandes superficies en los periféricos, nos parecían cuestionables. De ahí la necesidad de investigar el proceso y buscar otras posibilidades.

¿Qué problemática os encontráis en este mercado?
En el caso de La Cebada existe un nuevo proyecto planteado por el consistorio. Y nos encontramos con que este proyecto responde a un modelo que consideramos caduco: el típico hito arquitectónico característico de la década gloriosa de la burbuja y que según se planteó al inicio, había de realizarse con una brutal inversión pública.

En estos tiempos de recortes no suena muy lógico, no
En 2009, en el solar adyacente al mercado, se derribó de forma irresponsable la única piscina municipal del distrito Centro sin ninguna previsión económica para volver a edificarla y con el fin de usar el suelo para el nuevo proyecto. Ahora el único plan es que toda la ejecución se realice con inversión privada eliminando el Mercado de La Cebada a cambio de un enésimo Centro Comercial… ¡en la línea de la mercantilización y banalización de toda la zona histórica de Madrid!

¡Buf!
Nosotros planteamos que el actual mercado municipal (tanto el edificio como su uso) es perfectamente viable y necesario para el barrio, aunque introduciendo nuevos usos para dinamizar la actividad y mejorar el edificio.

He visto que habéis lanzado un ‘no concurso’ al respecto.
Sí, hemos convocado “3enCebada”, un ‘no.concurso’ para fomentar la participación y el intercambio de ideas. Lo llamamos así porque más que competir hay que cooperar.

Dime una cosa, ¿Cómo entra un arquitecto en La Cañada Real (asentamientos ilegales a 15 km. de Madrid)?¿Qué dice cuando llega?
(Sonríe) ¡Entramos en equipo! Al principio no hablamos mucho… llegamos provistos de humildad y constancia.

Suena bien…
Lo primero que hicimos fue averiguar qué organización social existía. Nos fuimos sumando a las reuniones de organizaciones que ya trabajaban en La Cañada. Primero escuchamos y aprendimos para posteriormente ofrecer nuestras capacidades.

¿Qué estáis haciendo concretamente?
Damos apoyo técnico a los vecinos del Sector 5 para defender su derecho a la vivienda y a la mejora de su barrio.

Un barrio un tanto particular…
… en el que se están realizando muchas acciones participativas de mejora, como la construcción de espacios infantiles, la transformación de escombros en aceras y muros, la construcción de mobiliario con palets, una huerta o un futuro espacio de reuniones. Y con una dinámica de estrecha colaboración con la vecindad y otros colectivos como Madstock.

Esto también suena bien…
Hemos realizado un Plan Urbanístico para defender que se pueden legalizar las viviendas sin el derribo de ninguna de ellas. Tiene su base en el Plan Social  Participativo que realizaron Al-Shorok (la Asociación de Vecinos con la que colaboramos) y el grupo Soleares. Hemos entrado en las viviendas de vecinos para comprobar sus buenas condiciones y para preguntar qué es lo que quiere cada  familia. Y se acaban de hacer, junto a ellos, sugerencias al Plan General de Ordenación Urbana de Madrid para subsanar errores que afectan a su sector.

¿Cuál ha sido vuestra mayor necesidad? ¿Materiales? ¿Dinero?
Hasta ahora no hemos tenido ningún tipo de subvención ni dinero por intervenir en La Cañada. Todo se ha hecho con voluntarios y voluntarias de forma totalmente desinteresada. Para las diversas acciones de mejora del barrio se han utilizado materiales reciclados y lo que se ha comprado ha salido principalmente de lo que han recaudado entre todos los vecinos, y de los escasos ingresos obtenidos de la organización de fiestas. Ah! y de un premio que ganamos con una fotografía que una de nuestras voluntarias hizo en La Cañada.

Y ¿cuál ha sido el mayor problema al que le habéis tenido que hacer frente?
La difícil comunicación con las diversas administraciones responsables para colaborar en la solución de la problemática.

Cambio de tema porque quiero que me comentes algo que he leído en vuestra web: “el objetivo del grupo es contribuir a mejorar la vida urbana a través de la defensa del derecho al espacio público para crear una sociedad más justa, igualitaria y sostenible”. ¿Estamos preparados para ello?
Deberíamos, porque nuestro derecho y deber es reclamar participación ciudadana en los procesos de remodelación urbana y ejercerla como si nos fuese la vida (colectiva) en ello. Los espacios públicos condicionan la forma en la que nos relacionamos como ciudadanía y no hay una única forma de diseñarlos que sea la correcta desde un punto de vista técnico. Se diseña en función de criterios y prioridades, y su establecimiento es una decisión política.

Pues con lo que me estás contando…
A día de hoy quien toma estas decisiones lo hace en función de sus intereses económicos y de clase. El resultado son espacios pensados únicamente para el tránsito y el consumo, donde las únicas relaciones que se pueden dar en buenas condiciones son la mercantiles. Son espacios que atraen a los consumidores y alejan a los ciudadanos.

¿Destaca alguna ciudad española en positivo?
A nivel institucional podríamos destacar los planteamientos de la La ciudad amable de la Junta de Andalucía, el trabajo hecho en Vitoria en las últimas décadas y la política de solares del Ayuntamiento de Zaragoza esto no es un solar. Pero principalmente yo destacaría las iniciativas de empoderamiento ciudadano desde abajo, como Esta Es Una Plaza en Lavapiés (Madrid)

¿Y en negativo?
La política de remodelación de los espacios públicos del distrito Centro del Ayuntamiento de Madrid. 

Existe una buena gestión del espacio público en alguna ciudad del mundo que nos pueda servir de modelo?
Un buen ejemplo podría ser la ciudad de Curitiba en Brasil. Fue gobernada en tres ocasiones por el alcalde arquitecto y urbanista Jaime Lerner. Este hombre impulsó programas de planificación urbana, transportes, cuidado del medio ambiente y acción social, que llevaron a esta ciudad a ser una referencia. Desarrolló el concepto de Acupuntura Urbana como una defensa de las intervenciones a pequeña escala que terminan provocando la evolución de la ciudad como un todo, frente a los mega proyectos urbanizadores que rara vez tienen resultados positivos.

¡Ay Brasil! qué cambios tan valientes está ejecutando…

 

En un café

Todo esto
y mucho más
en En un café
+