Leticia Pérez-Lafuente, de El Faro de Hopper
Es la creadora y directora de El faro de Hopper, un proyecto de visitas guiadas de arte muy especiales en Madrid para empresas y grupos de particulares
“Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron.”. Michel de Montaigne
La Agenda Secreta
Póganos en antecedentes sobre usterd y sobre Dog Friendly traveler
Mi botadura fue en 1973 en la metrópolis que mira al Río de la Plata (Buenos Aires). Desde entonces, aunque soy como un pequeño barquito de papel, navego y fondeo donde me siento a gusto o bien porque las circunstancias lo demandan; el amarre fijo no creo que sea para mí. Cambio de bandera encantado. Viví —a veces por exilio, estudios o trabajo y siempre aprendiendo— en Buenos Aires, Punta del Este, Madrid, Salamanca, Vitoria, Londres y Mónaco. Hice desde batidos en la playa de moda de Punta del Este hasta los eventos más exclusivos y espectaculares del Cono Sur. Di de comer a los pobres en los barrios carenciados de Buenos Aires, vendí vaqueros en Chueca y trabajé 7 años como ejecutivo en un despacho de prensa en Madrid. Al mismo tiempo, fui profesor en la escuela de fotografía TAI, marchante de arte; realicé tres exposiciones con éxito mediático y vendí casi todo. Por último y a la vez, estuve firmando en las revistas Fuera de Serie, Men´s Health BF, Esquire, GQ y continúo haciéndolo, pero muy poco, en Condé Nast Traveler. Ahora también me veréis, tanto como se pueda, en El Hedonista. En 2014, sufrí un accidente laboral. Aunque ahora tenga artrosis cervical degenerativa, y el dolor esté siempre ahí, no comulgo con la inactividad. Rescaté a Eros, mi teckel, que sufrió maltrato de cachorro. Me despidieron y me reinventé. En 2015, el Papa Francisco bendijo a Eros en el Vaticano y, fruto de ese acontecimiento histórico, sigo luchando por mejorar la vida del mejor amigo del hombre desde Dog Friendly traveler
Y además…
… Soy un homo sapiens que adora y respeta a los animales, los he defendido desde pequeño. El maltrato deshonra a la raza humana y siento que debo hacer algo por ellos. Soy de ciudad, pueblo, urbanización, campo, montaña y mar. El silencio es el lujo que más aprecio. Algo inquieto, desde que tengo uso de razón me intereso por lo diferente; entonces, he viajado siempre. Aprecio las relaciones humanas, los amigos del alma, viejos conocidos, descubrir a nuevas personas; tener amigos y contactos por doquier hacen del mundo un hogar. Aunque recibí, por unos años, clases privadas de ninjutsu (arte marcial japonés de la guerra), no viajo a países inseguros. Asimismo, me preparé en un templo y en retiros espirituales para viajar a India. No lo logré, no podría permanecer impasible ante tanta pobreza y sufrimiento. Desde donde puedo y con las mismas ganas que lo haría un superhéroe, ayudo a los más vulnerables, preservo la belleza y me entrego con pasión a la comunicación —Eros es tan amigable o más que yo—. Creo en la educación. Soy un afortunado, gracias a mi madre y a mis abuelos embajadores, que supieron brindarme libertad y una vida exquisita, estuve en contacto siempre con los animales, la naturaleza, el arte y el lujo. Y aunque en mi cuaderno de bitácora también hay páginas negras, me doblo como un junco del Río de la Plata pero no me parto. Literal. Tanto es así que, cueste lo que cueste, desde Dogfriendlytraveler.com fomento al mundo el #NoAlAbandono de perros. Por fortuna, recibo apoyo de algunos gobiernos, varios hoteles y cientos de marcas que creen en mi proyecto pero, necesito apoyo económico. Además de estar con Eros, para mí, viajar siempre ha sido el programa más maravilloso de la vida. Ah, y estoy locamente enamorado de España.
Museo y un pintor/escultor/fotógrafo/artista:
Perderme por los museos y galerías de arte de Europa, Buenos Aires, Nueva York y Miami. Vuelvo una y otra vez al Museo Sorolla (Madrid), su obra es un Mediterráneo de ensueño. En cuanto a la escultura, me renueva la obra de Miguel Ángel, el maestro del Renacimiento. Mi fotógrafo preferido es el legendario Bruce Weber, admiro su trabajo por su autenticidad, el relato, su luz natural, en blanco y negro y en color. La obra de la artista contemporánea que me robó el corazón es la que realiza Lulú Figueroa Domecq. Ella es respetuosa con el dibujo, sus acuarelas captan toda mi atención; sobre papel, compone y dispone luces, sombras y colores elegantes que acarician mi alma.
Película:
Por la problemática de Estado, en la que trabajo de forma altruista, solo puedo nombrar ‘Febrero, el miedo de los galgos’, el documental que plasma la realidad del galgo en España.
Libro:
‘El tao de la salud, el sexo y larga vida’ de Daniel Reid, un básico que no puede faltar en mi biblioteca.
Canción, un disco:
Mi silencio lo viola Mozart. Después, depende del momento, el repertorio abarca una pequeña parte de Spotify. Y la canción «Gracias a la vida que me ha dado tanto» de Violeta Parra, muchos artistas famosos recurren a ella y yo también —la canto pero muy mal—.
El plan perfecto:
Despegar con Eros y mi fotógrafo, David Suárez.
En su frigorífico/despensa siempre hay…:
Chocolate a partir de 70% —contiene feniletilamina (FEA), un grupo amplio y complejo que me aporta la dopamina que necesito—.
El restaurante que no falla:
Después de las tartas y postres que hace mi madre, de mis pescados y pastas, de los platos estrella de mis amigos, mencionaré una casa abierta al público, Étimo, el nuevo proyecto gastronómico de Begoña Fraire en Madrid. Su cocina es respetuosa, sublime, servicio atento y tiene vinos excepcionales.
La bebida:
Agua mineral antes de las comidas y buenos vinos para ocasiones especiales. No digo que no a un whisky de malta junto a la chimenea, al champagne a cualquier hora y al té ecológico.
Un cóctel:
El Bellini de Cipriani es inolvidable, riquísimo, el aperitivo perfecto.
Una ciudad:
Madrid, el antiguo, la Casa de Campo, el Parque de la Cornisa, el Retiro y el monte de Valdelatas; también sus barrios alternativos y los elegantes.
Un hotel:
Debe ser dog friendly, con personalidad y el más próximo a un parque bonito. No puedo nombrar solo a uno —tengo anfitriones por casi toda Europa y no quiero herir susceptibilidades, a muchos de ellos los encontrarás en mi blog—.
Un rincón (secreto) para desconectar:
La naturaleza salvaje que encuentro en cada país que visito con Eros.
El viaje pendiente:
Laponia en invierno, antes de que Trump acabe con el Ártico, y regresar a la Patagonia argentina en verano; siempre y cuando Macri consiga crear un país justo para todos.
Un perfume:
Busco notas que sintonicen con cada nuevo día pero, Admirabilis de La Manufacture me seduce más que ningún otro; aceptaría de por vida su bruma, ideada a partir de un claustro de la Toscana (lo encuentras en BoMonde), pero no soy fiel.
El cosmético de tratamiento:
Lip Treatment Oil, 9 aceites de plantas con poderosos botánicos y vitaminas para mis labios; es un producto de Zelens y está en BoMonde.
Una rutina de cuidados:
Me cuido de la cabeza a los pies. Alimento mi cuerpo, mente y espíritu tanto como me es posible. De madrugada, doy las gracias por el nuevo día y hago 15 min de ejercicios para cuidar mis cervicales. A veces medito 30 min. Tomo conciencia debajo del agua caliente y utilizo jabón de Claus Porto. Después, aplico en cuerpo y rostro fórmulas de Lagom, Alex Carro, Aveda, Biotherm, y Lab Series. Desayuno como un rey. Tres horas después, camino con Eros de 5 a 10 km por día. Abrazo un árbol. Al finalizar la jornada, me detengo a meditar mirando al sol y hasta que la tierra se lo traga. Contemplo las estrellas. Repito el ritual de la mañana. Elijo uno de los diez libros que estoy leyendo y caigo desplomado sobre mis sábanas blancas perfumadas de agua de lavanda provenzal bio de Jimmy Boyd.
Un truco que nunca falla:
Actitud positiva, el optimismo descongela.
¿Cómo define su estilo?
Práctico, y me adapto a cada situación. Me visto tan rápido como Clark Kent.
Última adquisición:
Un abrigo deportivo para Eros de Tqel, la mejor marca para perros made in Spain.
Un complemento imprescindible:
Gafas de sol de Carrera, Boss Hugo Boss, Marc Jacobs… Cojo una u otra según la luz del día. Estaría con gafas siempre, la luz natural me fascina pero necesito controlar su poder, proteger mi vista y estar cómodo.
La marca a la que es fiel:
A ninguna, mis puntos débiles no me lo permiten. De todos modos, en mi caso, tendría que redactarse un contrato algo sustancioso y cláusulas que desangren para evitar que caiga en la tentación.
Último regalo recibido:
La alegría de Eros, él es muy generoso y siempre me agasaja con optimismo; me siento muy agradecido. En cuanto a regalos físicos, ayer recibí el libro ‘Cómo cuidar de tu humano, una guía para perros’ de Maggie Mayhem (editorial Impedimenta). Me hace reír muchísimo, es genial. Además, acabo de recibí ‘Walton Ford, Pancha Tantra’ de Taschen. Su naturaleza imaginada sin límites sorprende y atrapa.
Último regalo que ha hecho:
‘Martius. El libro de las palmeras’ de Taschen, este tesoro enciclopédico es una joya de la botánica del siglo XIX.
¿Qué locura(s) se permite?
Más que locura es pasión, pasión por lo que hago.
Un capricho reciente:
Una alfombra de yute natural y color obispo como playground de Eros.
¿Algo más que añadir?
Le doy las gracias por este fantástico formulario, lo he disfrutado mucho. Por último, para avivar el placer de ayudar a los otros, con motivo del incendio que arrasó 35.000 hectáreas en Galicia, estoy ayudando a una ONG de allí. A través de mi cuenta de Instagram, ofrezco a todos una serie de productos muy auténticos y experiencias únicas. El 100% del valor de cada adquisición lo destina el propio interesado y directamente a la Protectora Os Biosbardos. Hay más, a cada uno que done le haré llegar, como agradecimiento y de forma completamente gratuita, un libro fabuloso de la editorial Taschen. Como verá, se trata de una oportunidad incomparable. Querido lector de El Hedonista, sígame en @dog_friendly_traveler y hágase con lo que más le guste.