Piotr Rybaczek es el fundador de La Basílica Galería. Reside entre Madrid y Barcelona aunque nació en Polonia, concretamente en Szczecin allá por 1980. «La mayor parte de mi infancia la pasé en el cementerio que estaba al lado de mi casa. Me hice monaguillo para probar el vino y el primer sueldo que gané fue gracias a la Iglesia. Ahora voy a las Iglesias para refrescarme en verano y para sentir ese olor tan único», comenta.

«Parar mis 18 años -continúa Piotr Rybaczek- mi sobrina me regaló una sesión con una bruja y recuerdo que ésta me dijo: ‘A los 23 años, cruzaras el charco y te quedaras ahí 15 años, conociendo entonces al amor de tu vida. Pues se están cumpliendo 15 años en España y acabo de encontrarme con el amor de mi vida».

El destino le llevó por la vía de la joyería contemporánea fundando La Basílica Galería. «La joyería artística y los perfumes son planetas alineados, tienen una relación, sólo hace falta descubrirla.
Fue viajando para encontrar nuevos artistas como adquirí la costumbre de traer un perfume de cada ciudad que visitaba. Llegó al punto de que si no encontraba un perfume, sentía que el viaje no tenía sentido, no tenía un olor ni una evocación».

De esta manera introdujo la perfumería de autor a su universo. Miles de joyas de selección privada y más de mil perfumes nicho en un mismo espacio, algo inédito en el mundo. «Siento que hay una coherencia en mi gabinete de curiosidades, así como una pasión por los vinos: déjame oler y probar el vino que estás bebiendo y te diré qué perfume te pertenece».

«Para mí, el lujo es no callarte lo que piensas, lo que se sientes y que te gusten las personas con quien compartes momentos de tu vida. Suena a tópico, pero cada día es un regalo, y no vale la pena perder el tiempo en tonterías, aunque a veces me pierdo en ellas. Sé que un día cercano me tocara la lotería, serán millones».

Cuestionario:

– Museo y un pintor/escultor/fotógrafo/artista:
Fotografía: Arvida Bystrom, la descubrí hace años y tengo más de 15 obras de Arvida, es el futuro, ¡sus obras estarán en los museos!.
Pintura: Seraphine de Senlis, en la época de estudiante, el profesor de arte nos enseñó cuadros suyos y me enamoré a primera vista. La sutileza, el dramatismo de la lucha interna… La película sobre ella “Seraphine” es una maravilla. A menudo vuelvo a Senlis sólo por ella (va… también para comer que hay un restaurante que me deja sin aliento).
Escultura: Katarzyna Kobro, sin palabras.
Artista: Modigliani.

Película:
“Rompiendo las olas”, de Lars Von Trier, ¡Maestro! O “Irreversible”.

Libro:
El que todavía no he leído, pero si tengo que elegir alguno que me ha impactado es sobre la Mitología Griega, se puede volver a leer non stop. Pura inspiración.

Una canción:
PJ Harvey “The Wind”,

Un disco:
“Is This Thesire? de PJ Harvey.

El plan perfecto:
Tranquilo, en un chiringuito de la playa, en otoño, con un buen vino y una (o dos) copas, depende…

En su frigorífico/despensa siempre hay…:
Mantequilla (el pan sin mantequilla es como el helado de yogur (sin sabor) y leche (sin lactosa y solo para el café de la mañana); soy capaz de matar si no hay café cuando me despierto.

El restaurante que no falla:
“El Oso Goloso”, en Barcelona (la burrata con salsa y tomate de Cristian es deliciosa) y “La Flauta”, también en Barcelona (los pinchos de son los mejores de la ciudad).

La bebida:
Vino tinto, últimas garnachas.

Un cóctel:
Un buen vino no es comparble con nada, los cocteles son para chicas (lo digo porque el paladar de la mujer es más perceptivo que el del hombre).

Una ciudad: 
Roma, estoy guardando dinerito para comprar un apartamento con vistas al Pantheon.

Un hotel:
Nunca vuelvo al mismo, siempre elijo diferentes y, sinceramente, todavía no he encontrado ninguno para quedarme.

Un rincón (secreto) para desconectar:
La plaza frente al Pantheon en Roma, aunque pasan por allí miles de turistas… me da igual, una mesa en el bar de enfrente y déjenme en paz.

El viaje pendiente:
Al infierno ya que la escalera que va al cielo no creo que la encuentre. Y, como moriré viejo, antes de subirlas. me moriré de nuevo, ¡jajaja!

Un perfume:
Vaya… tengo muchos en mi empresa, pero confesaré que el que más utilizo y el que tengo en casa es “Amorvero Uomo” (elegante, clásico y por encima de todos los tiempos).

El cosmético de tratamiento:
Ríete pero nada mejor que buena porción de semen, te deja la cara impecable.

Una rutina de cuidados:
Mmmmm… no muchos.

Un truco que nunca falla:
Rociar perfume dentro del pliegue del cuello de la camisa, durará inalterable un día entero. Un dato curioso: solo llevo camisas de Uniqlo (tengo más de 100).

¿Cómo define su estilo?:
Aburrido pero cómodo, deportiva blanca, pantalón azul, camisa y ¡voilà!, cuanta menos elección, mejor. Y, por cierto… ¡los calcetines siempre de color diferente!

Última adquisición:
Justo estoy decorando un apartamento en el Maresme y me vuelvo loco con los muebles antiguos rústicos. Entre Wallapop y antigüedades, me pierdo.

Un complemento imprescindible:
Un buen monedero (mejor lleno).

La marca a la que es fiel:
Bottega Veneta.

Último regalo recibido:
El libro “El Principito”, por segunda vez el mismo regalo de la misma amiga.

Último regalo que ha hecho:
El libro “El festin de Babette”, regalado a una periodista, al enterarme que nunca había visto la peli. Primero leyó el libro y ahora ya ha visto el film tres veces.

¿Qué locura(s) se permite?:
-Cambiar de casa cada 6 meses.
-Seguir bebiendo vino, hay días que empiezo a las 11 de la mañana. Si mi madre se entera, me entierra o embotella.

Un capricho reciente:
Me compré, de segunda mano, un teléfono fijo de los años 90 de color azul, de Bang&Olufsen. Impresionante. Me chifla tocar los teclados y hablar por el cable. En general, no soporto hablar por el teléfono, pero con éste sí.

¿Algo más que añadir?
Faltaría papel…