Ricardo Arambarri Pérez, Richi para los amigos, es Director General y co-fundador La compañía de vinos Vintae, una compañía de vinos de origen riojano con marcado espíritu explorador que, después de doce años de trayectoria, elabora vino en quince denominaciones en España y en zonas diferentes en tierras chilenas; «comandante en jefe de la cuadrilla Vintae», según declara él mismo. Nació en Logroño hace 33 años y el Casco viejo de esa ciudad vive.

Comenta que pertenece a la primera camada de los millenial. Pertenece a esa generación que llegó a vivir los viajes a la costa mediterránea en coche sin cinturón y después tuvo móvil e internet desde la adolescencia. Estudió en escuelas de negocios en Barcelona y Austin, Texas. Y volvió a su tierra natal a retomar junto a su hermano los negocios familiares a causa de la enfermedad de su padre.

Es soñador por naturaleza y emprendedor por herencia familiar. A pesar de tener solo 33 años, lleva 10 años dirigiendo Vintae, una revolucionaria compañía de vinos que ya elabora vinos en 15 regiones de España y acaba de lanzar su primer proyecto internacional en Chile.

Hace 3 años también se lanzó al mundo de la hostelería y fundó Wine Fandango, restaurante wine bar que llena de Flow la capital riojana. En 2016, se unió a unos amigos vinateros catalanes para crear Democratic Wines, su última aventura que busca enamorar a los jóvenes que no conocen el vino.

Preséntese usted mismo

«Soy un ciudadano del mundo de origen riojano o un riojano errante, según se mire. Me encanta la combinación de la globalización, el desarrollo frenético del siglo XXI y la búsqueda de nuestros orígenes que la sociedad esta teniendo. Para mí el vino es exactamente un reflejo de eso. La conexión entre lo más rural y sencillo, con lo más sofisticado y exclusivo.
Mis pasiones son la naturaleza y las personas. Mis viajes me permiten visitar a menudo culturas, gastronomías, ciudades muy diversas, pero lo que más me fascina son las personas que te encuentras en el camino. Aún así, la naturaleza siempre se impone y cada día invierto más tiempo en ella. Me cuesta elegir entre mar y montaña. Pero ya sea mis viajes o la naturaleza, siempre los relaciono con la aventura y los proyectos.
No sé estar quieto y nunca lo estaré. Esa es la fortuna y la condena que siempre me acompañará, la constante creación. El día que paremos de soñar o crear, Vintae no será Vintae y yo dejare de ser quien soy«.

La compañía de vinos Vintae salta el charco con el lanzamiento de la primera añada de Küdaw, vinos que simbolizan la esencia de la tradición vinícola chilena.

Cuestionario:

Museo y un pintor/escultor/fotógrafo/artista:

MOMA de NY. Visita obligatoria cada viaje para buscar inspiración. De artistas soy fan de Bansky. Hoy hace mucha falta arte y crítica social. Y si encima eres capaz de hacerlos juntos ¡BOOM!. Eso sí es arte.
Película:

Big Fish. La veo de vez en cuando para recordarme que la vida sin dosis de fantasía es mucho más aburrida.

Libro:

Autobiografía de Richard Branson. Una inspiración de emprendimiento, aventura y energía positiva.

Canción, un disco:

Bunbury y Un viaje a ninguna parte. Para mi Bunbury es un artista de verdad, un creador sin un estilo claro, errático y que ha demostrado adaptarse década tras década.

El plan perfecto:

Un velero, Libalis fresco, las personas que más quieres y el mar Mediterráneo. Tengo cita con todos ellos juntos todo lo que puedo.

En su frigorífico/despensa siempre hay…:

Viajo mucho y no suele estar muy lleno, pero una botella de vino, queso y embutido nunca falla.

El restaurante que no falla:

A parte de la comida de Aitor Esnal en Wine Fandango, soy un fan del Echaurren. Es un no brainer para un domingo disfrutón en familia.

La bebida:

El vino siempre acompaña los momentos especiales en mi vida. Y al igual que con la música, siempre hay uno ideal para cada ocasión. Mientras escribo estoy apurando una copa fresquita de Pinot Noir de Sokol Blosser del Willamete Valley (Oregon). Muy apropiado para esta entrevista y estos calores.

Un cóctel:

Libalis – tonic. Si quieres algo refrescante, media copa de Libalis y media copa de Fever Tree. Sin complicaciones.

Una ciudad:

Estambul. Respira historia  en cada esquina. Mezcla entre Asia y Europa, entre pasado y presente, y entre tradición y vanguardia. Lástima que estos últimos años este sufriendo así. Espero y deseo que pronto la libertad deje que vuelva a florecer.

Un hotel:

Hotel ACE en NYC. Un chute de gran manzana cada vez que llego y un extraordinario centro de operaciones para la aventura.

Un rincón (secreto) para desconectar:

El Rasillo de Cameros. Un pueblo de La Rioja de menos de 100 habitantes entre montañas y frente a un pequeño lago.

El viaje pendiente:

Georgia. Un viaje de gastronomía, vino y montañas de más de 5.000 metros en el Cáucaso.

Un perfume:

Channel Blue.

El cosmético de tratamiento:

No uso cosméticos.

Una rutina de cuidados:

Todo el deporte que puedo. Alimentación con mucha verdura. El problema es que acostumbrado a la de mi tierra, sufro para encontrar verdura de calidad cuando viajo.

Un truco que nunca falla:

Siempre hay algo en lo que un amigo es mejor que tú. Un piropo y una petición de ayuda siempre vienen bien para abarcar más. Delegar.

¿Cómo define su estilo?:

Como un Rioja crianza. Elegante pero con cuerpo, agradable, maduro pero a la vez fresco y afrutado.

Última adquisición:

Un coche. Parecerá mentira pero es la primera vez que me compro uno y no heredo. Un Audi A4 Allroad. Ideal para viajes largos y trotar por el campo cuando hace falta.

Un complemento imprescindible:

Una bota de vino.

La marca a la que es fiel:

Apple. Estos californianos me tienen enganchado, leche.

Último regalo recibido:

El dorsal de la maratón de Ibiza. Un must para los aficionados al running y así dar por comenzada la temporada de primavera – verano.

Último regalo que ha hecho:

Un viaje en velero a mis sobrinos por Mallorca. Con el capitán tío Richi, claro.

¿Qué locura(s) se permite?:

Me caso todos los años. Siempre me ha gustado la fiesta. Cada año monto un fin de semana en el que vienen amigos y amigos de amigos de todos los lados para celebrar el buen vino y la amistad. Una especie de boda gitana con 300 invitados pero sin casarse nadie. Y este año hago la 13ª edición.

Un capricho reciente:

Un equipo de ski de montaña de Zag, una marca independiente de skis de Chamonix. El equipo perfecto para darle caña a la alta montaña.